lunes, 27 de febrero de 2017

ELEMENTOS BÁSICOS DEL DIAGNÓSTICO SOCIOEDUCATIVO



En la actualidad nos enfrentamos a nuevos retos como profesionales de la educación, vivimos en un cambio constante en el que tenemos que avanzar, empaparnos de todo aquello que nos permita ofrecer una calidad en nuestra práctica docente, y es precisamente dentro de este enfoque el que en ese quehacer diario existan transformaciones significativas, pues nuestro papel ya no solo es el de transmitir conocimientos, sino más bien el de transformar realidades, situaciones que afectan a nuestra labor y mayor aun a nuestros alumnos.

Hablar de un diagnóstico dentro de este análisis, considero yo es un elemento de suma importancia, pues es la base para poder llegar a todo aquello que nos afecta directa e indirectamente en nuestra labor diaria. Es la oportunidad de poder sumergirnos en aquellas situaciones de conflicto que en ocasiones son visibles y están afectando el que podamos avanzar en nuestra práctica diaria. Es importante mencionar que la realidad es entendida como el contexto en el que vivimos, llámese social o educativo, y se caracteriza por poseer las cualidades tales como lugar y tiempo, y nuestro trabajo será el poder realizarlo en un tiempo determinado. Algo de lo que podemos añadir a este análisis es lo que la Dra. Sylvia Schmelkels, nos mencionaba sobre la importancia de la realización de un diagnóstico para poder transformar realidades, y eso mismo sea la base para poder sustentar la investigación que nosotros realizaremos.


Estoy de acuerdo en que necesitamos realizar una investigación profunda que nos permita conocer el problema principal, pues es real que existan diversos problemas ya sea en una institución, aula o contexto, pero debemos identificar lo que afecta directamente o lo que está generando esa situación de conflicto y así mismo podamos encontrar los recursos o estrategias para convertir esa problemática en área principal. 

En este sentido no debemos olvidar que el diagnóstico es sólo una fase del proceso de intervención social que busca generar un conocimiento en cuanto a que requiere conocer lo que pasa para poder determinar cuáles son los elementos que influyen de manera directa o indirecta en la aparición de las situaciones de conflicto. Para lograr este conocimiento es indispensable conocer a detalle cuáles son las características del contexto en el que nos encontramos inmersos y que posteriormente posibilitarán la creación de procedimientos y técnicas de investigación necesarias para delimitar objetivos y orientar el rumbo de la intervención apegándose a las necesidades y circunstancias del medio en que se centra el trabajo.

viernes, 20 de enero de 2017



   
UNA TRANSFORMACIÓN RADICAL, IMPLICA VIVIR UNA REFORMA EDUCATIVA TODOS LOS DÍAS, EN LA COTIDIANIDAD DE LAS AULAS Y LA ESCUELA

    Esta aventura pedagógica que comenzamos como lo es la Maestría en Educación, se ha transformado en un proceso de construcción de conocimientos, a través de herramientas como la Investigación Educativa, análisis y opiniones. Lo que nos ha permitido entender que la verdadera Reforma Educativa, viene del corazón de nosotros los docentes, pero nunca de las emociones; la inteligencia debe imponerse a las emociones, por ello la transformación de nuestra práctica educativa debe ser un proceso pensado y sistemático.
Hacer una práctica distinta, no mecanizada, pensada, crítica y racional, sin reproducir esquemas dominantes, rompiendo esquemas y desarrollando la capacidad de diseñar nuestras propias intervenciones y así mismo profesionalizar nuestra práctica docente. Es verdad que nadie nos enseña a ser profesores, es algo que tenemos que aprender por ensayo y error a lo que toda esta Revolución Educativa de nuestro país, se ha propuesto dar respuesta a las necesidades de cobertura y calidad que requiere la educación del país, para alcanzar mejores condiciones de desarrollo social y económico y mejorar la calidad de vida de los mexicanos.
En este propósito, se han definido tres políticas básicas: Ampliar la cobertura educativa, mejorar la calidad de la educación y lograr la eficiencia del sector. Para lograr su desarrollo, resulta definitivo el papel que juega el maestro. Sólo el trabajo decidido y protagónico de nosotros los maestros ayudará a que las intenciones de las políticas trazadas se vuelvan un hecho efectivo. No se pueden transformar las prácticas educativas y garantizar con ello que los niños sepan lo que deben saber, sin la consolidación de las instituciones escolares y sin la activa presencia de nosotros los maestros.
En la época actual, cuando nos encontramos frente a las exigencias de la globalización, preocuparse por generar una actitud frente al aprender implica, a su vez, propiciar la estructuración de unas competencias esenciales para desenvolverse en el mundo de la vida práctica. Pero estas no son las únicas acciones que puede realizar un maestro: su presencia sirve de referente para la configuración de identidades. Todos éstos son propósitos esenciales de la nueva política de Revolución Educativa. La equidad, como principio rector de la actual política, está orientada a garantizar el acceso a las instituciones de todos los niños y niñas en las diferentes regiones del país. Pero a mi punto de vista y experiencia, ello no es suficiente. Se necesita, además, generar un mecanismo de retención que garantice la permanencia en el sistema escolar, propiciar experiencias significativas que despierten en los alumnos el amor por aprender.
No estoy en contra de la Reforma Educativa como tal, pero si en como la mayoría de esas reformas y cambios propuestos para nuestro país, son solo ideas tomadas de otros países, olvidando que las necesidades de nuestro México nunca serán las mismas que las de otros países, pues son muchos los factores que influyen para el éxito o fracaso del mismo. Nunca habrá cambios significativos en las escuelas si las acciones de formación en servicio no se acompañan de apoyo técnico, asesoría, procesos de reflexión, monitoreo, evaluación y retroalimentación. Pero principalmente si no se toman en cuenta las experiencias vividas de los principales agentes educativos como son los docentes, pues somos nosotros quien vivimos a diario ese acompañamiento y acercamiento con los niños, padres de familia, etc. Y somos nosotros los que conocemos lo que se viven en las aulas. ¡Sin docentes, los cambios educativos no son posibles!

     La Reforma Integral de la Educativa Básica, es aquella reforma que surge de todos los cambios y acuerdos generados a partir del año de 1993; primeramente, con el decreto de la Ley General de Educación, el nivel de secundaria se sumó a la educación obligatoria y en 2004, con la reforma a esta ley, lo hizo la educación preescolar. Así, a partir de 2004 la educación básica obligatoria comprende los de niveles preescolar, primaria y secundaria.

      Si bien el desarrollo del mundo y de nuestro país permitió, y exigió, la ampliación de la cobertura del número de grados de estudio y niveles educativos que comprende la educación obligatoria.
A mi punto de vista considero que la Reforma Integral de la Educación Básica se cumplió en cierta forma en aspectos de forma más cuantitativa, en recursos e infraestructura para los centros educativos, la obligatoriedad en los niveles de educación básica, el establecimiento de estándares curriculares. Pero su propósito como tal, el de contar con un sistema educativo nacional de calidad que permitiera a los niños y niñas alcanzar los más altos estándares de aprendizaje no ha sido cumplido en su totalidad. Falto un verdadero análisis, capacitación y orientación constante sobre todos los cuestionamientos que manejaba dicha reforma, solo fueron pequeñas pruebas de lo que pudiera ser un sistema educativo organizado.

Pero, no todo es negativo, debemos considerar, que los docentes hemos tomado conciencia del nuevo proceso y  comenzado a trabajar en equipos, generando nuevas formas de afrontar nuestra labor, lo que es relevante para un nuevo enfoque profesional, pues de aquí en adelante nos veremos enfrentados a nuevos motores de acción en nuestra práctica, también no es menos cierto el hecho de lograr que los docentes abrieran sus salas a la comunidad, transformándolas en una ventana pública de la labor educativa.
Después de haber finalizado este análisis, una de las conclusiones preliminares a las que puedo llegar, es que la evaluación docente debe democratizarse aún más, puesto que ésta maneja sobre personas y no sobre objetos cuantificables y de esa forma dar un mayor impacto a los resultados que de ella se esperan, abriendo así las discusiones sobre el tema y colocando sobre la agenda pública la carrera y función docente.

No estoy en contra de la evaluación, al contrario, le considero una herramienta indispensable para lograr ese sueño que gobierno tras gobierno se ha querido lograr, el cual es ofrecer una educación de “CALIDAD” y alcanzar a nivel internacional buenos estándares en el ámbito educativo. Así mismo pienso que no solo es remitirlo a una prueba estandarizada, los elementos que deben conformar deben englobar aspectos tanto cuantitativos como cualitativos, pero sobre todo también, ese aspecto en el que se le considere a alumno como parte de ella, pues lejos de todos los demás elementos, ellos siempre serán nuestros más grandes jueces.

Finalmente, como docentes que somos, debemos tener siempre presente que la mejor evaluación que nosotros podremos tener es la personal, la autoevaluación misma, y a qué grado estamos cumpliendo y ofreciendo nuestro servicio, lejos de todo lo que pudiera añadirse a nuestra labor, nuestro objetivo y meta profesional debiera ser y verse reflejado el amor a nuestra profesión ofreciendo un servicio de calidad con el que podamos realmente transformar vidas, expectativas y realidades.
No es una tarea fácil, principalmente por todos los cambios que se viven constantemente, pero que todo esto sea el punto de partida para continuar con esta ardua labor que tenemos como docentes y que si nuestra practica era buena, pues nos esforcemos por hacerla aún más perfecta. Dejemos a un lado el miedo o la incertidumbre por lo que pudiera venir o acontecer, y entreguemos lo mejor de nosotros cada día, a esas personitas que siempre nos esperan nuestros alumnos.